viernes, 19 de marzo de 2010

Amuletum



A

muletum







Si bien no se tienen referencias de los Amuletum hasta avanzado el año 44 en la Historiӕ Naturalis de Plino el Viejo, muy probablemente hayan existido desde tiempos inmemorables. Algunos aseguran que existían, o que por lo menos, surgieron cuando el lenguaje. Siguiendo tal aseveración los emparentaríamos con otras bestias incognoscibles como el griego logos o el alemán urwort. Sin embargo tal aseveración pasa por alto la omisión que hace de ellos Aristóteles en su Historiӕ Animalium. Más prudente será aseverar que los Amuletum probablemente surgieron, o al menos desplegaron su naturaleza corriente, contemporáneamente a las bestias orientales conocidas como tilasm o talismẵt.

Raza mágica e inescrutable, de naturaleza etérea y multiforme que los vuelven difícil de identificar al ojo no diestro. Seres apacibles, acostumbrados más a la condición mística que a la realidad contingente, palpable. Han sido víctimas del hombre codicioso y amoral que los ha buscado y aprisionado para arrancarles los entresijos y conseguir algún bien personal. La iglesia occidental que en un principio realizó una campaña sublime por erradicarlos, se convirtió, pasado el tiempo y gracias a la intervención del abad de Baviera en 1647, en la institución primera en domesticar y subyugar a los Amuletum al servicio de la humanidad. El camino fue arduo, las bestias no reconocían la fe como catalizador mágico: fueron no los doctores latinos sino los alquímicos no confesos quienes, por medio de terribles experimentos holocausticos –dícese que llegaron a crear sub-razas tan irreconocibles como los Vade retro satan o Amuletum vacuos, que habían perdido toda naturaleza a cambio de un incremento en su poder- lograron erradicar de la naturaleza de los Amuletum todo índice de salvajismo.


Amuletum es un artículo extraído del libro LXXXIX del Codex Gigas. Una nota al pie de Podlazice, probablemente posterior, adjudiva la autoria del texto a José I. Sánchez mientras que a la ilustración de Yumnia Duarte.



1 comentario:

  1. Esta pieza está re bonita!

    NB: Al final del texto, debe decir "adjudica" donde dice "adjudiva". Además, se debe intercambiar la preposición "de", por "a", en la última oración.

    ResponderEliminar